Aspiradores nasales, ¡para que tu bebé tenga una naricita limpia!

Con estas semanas de tiempo tan raro, al final era inevitable que mi hijo pequeño se resfriara. Es muy sensible a los cambios de temperatura y al pobre se le atasca la naricilla con mucha facilidad, así que después de muchos mocos, pañuelos y lloros hemos acabado por plantearnos la compra de un aspirador nasal.

Los aspiradores nasales son uno de esos aparatos que antes de ser madre te parecen un trasto inútil, y además dan un poquito de repelús (la idea de aspirar los mocos de un bebé no suena demasiado agradable a nadie, supongo). Pero por suerte la tecnología acude en nuestra ayuda, y ya son muchos los modelos que nos permiten limpiar los conductos nasales de los niños con seguridad.

Consejos para elegir un aspirador nasal para los niños

En primer lugar hay que saber que existen varios sistemas. En primero es el más clásico, la perilla, consiste en un recipiente de goma, en forma de pera y con una boquilla en el extremo más estrecho. Se aprieta y se introduce en el orificio nasal, después se suelta poco a poco para generar el efecto de succión. Es muy sencilla de manejar la opción más económica, podéis encontrar la perilla de Nuby o Chicco.

 

Otra opción son los aspiradores nasales manuales. Consisten en dos boquillas conectadas entre sí por un tubo, donde se encuentra un filtro de esponja. Una de las boquillas se introduce en el orificio nasal y por la otra el adulto aspira de forma manual. Es cierto que parece menos higiénico, pero es sin duda la forma más efectiva de controlar el proceso. Si optáis por este método, os recomiendo los aspiradores de Nosiboo, Visiomed o el de Jané.

 

 

La última opción es la del aspirador nasal eléctrico, que es obviamente un poco más caro, pero puede merecer la pena por comodidad y por si os da reparo usar el manual. Suelen ser sencillos de usar y limpiar, vienen con una o varias boquillas y la succión se produce gracias a un pequeño motor. Podéis echar un ojo a los aspiradores nasales de Dr. Vac o Visiomed.

 

No os olvidéis del suero, un gran aliado para alejar los moquetes de esas narices de los peques. ¡A nosotros ahora nos toca tener paciencia a ver si se van!

Laura Salas. Mamá Ahorradora

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